El ideal de belleza ha cambiado repetidamente a lo largo de la historia lejos queda, por ejemplo, la delgadez y palidez de la estética románica. Hasta hace no mucho tiempo, la preocupación por la forma física o por el deporte se veía en determinados círculos intelectuales como propio de personas de escasa inteligencia y cultura . Ahora en cambio, en nuestra cultura está muy arraigado un prototipo de imagen corporal caracterizado por la extrema delgadez de las mujeres, por una figura masculina de hombros anchos, pecho musculoso y bíceps desarrollados.
A diferencia de lo que pasa en los países que tienen dificultades en la obtención de comida, en los países ecónomicamente desarrollados se ha consolidado en las últimas décadas una manifiesta preferencia por la esbeltez.
Un estudio realizado por varios autores, sobre el peso y la altura de las modelos de playboy y de las concursantes y ganadoras de miss América desde 1959 hasta 1978 pone de relieve una disminución de peso de 3,4 kilos, asi como de las medidas de pecho y caderas.
En un estudio posterior en 1992, se comprueba que el peso de las mises, no sólo había disminuido, sino que estaba entre un 13 y un 19 por 100 por debajo del peso normativo.
También se sabe, que hace una generación las modelos pesaban por término medio un 8 por 100 menos que las mujeres normales, mientras que hoy pesan un 23 por 100 menos.Este prototipo estético actual no se corresponde con las proporciones del peso de la población en general, produciéndose la paradoja de que cuando por fin la mujer se libera de tantas ¨prisiones¨ anteriores, de tantas ¨dependencias¨(económica, erótica, política y jurídica ) pasa a sufrir una de las dependencias más obsesivas y generalizadas de cuantas ha padecido a lo largo de su historia.
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