domingo, 22 de abril de 2012

EL ARBOL DE MI VIDA

En el silencio de mi reflexión
percibo todo mi mundo interno
como si fuera una semilla,
de alguna manera pequeña e insignificante
pero también plétorica de posibilidades.

Y veo en sus entrañas
el germen de un árbol magnífico,
el árbol de mi propia vida
en proceso de desarrollo.

En su pequeñez, cada semilla contiene
el espíritu del árbol que será después.

Cada semilla sabe cómo transformarse en árbol,
cayendo en tierra fértil,
absorbiendo los jugos que la alimentan,
expandiendo las ramas y el follaje,
llenándose de flores y de frutos
para poder dar lo que tienen para dar.

Y tantas son las semillas como son los sueños secretos.
Dentro de nosotros, innumerables sueños esperan el momento de germinar,
echar raíces y darse a luz, morir como semillas.....
para conventirse en árboles.
Arboles magníficos y orgullosos
que a su a vez nos digan, en su solidez, que oigamos nuestra voz interior
que escuchemos la sabiduria de nuestos sueños semilla.

Ellos, los sueños, indican el camino
con símbolos y señales de toda clase,
en cada hecho, en cada momento,
entre las cosas y las personas,
en los dolores y en los placeres,
en los triunfos y en los fracasos.
Los sueños nos muestran el rumbo en presentimientos huidizos,
o en relámpagos de lucidez cegadora.

Y así crecemos, nos desarrollamos, evolucionamos......
Un día, mientras transitamos este eterno presente que llamamos vida,
las semillass de nuestros sueños
se transformarán en árboles,
y desplegarán sus ramas, que, como alas gigantescas, cruzarán el cielo,
uniendo en un solo trazo nuestro pasado y nuestro futuro.
Nada hay que temer ....
Una sabiduria interior las acompaña....
Porque cada semilla sabe como llegar a ser árbol.

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